La Iglesia reflexiona en Roma sobre la pedofilia y las amenazas a los cristianos

Benedicto XVI visitará Alemania en 2011.- El encuentro coincide con el nombramiento de 24 nuevos prelados

LUCIA MAGI - Bolonia - 19/11/2010

Ciento cincuenta cardenales están reunidos con el Papa Benedicto XVI para debatir algunas de las cuestiones más espinosas para la Iglesia católica en este momento: los casos de curas pederastas, la falta de libertad para los cristianos que viven en zonas conflictivas del planeta, sobre todo en Oriente Próximo, y la apertura de la Iglesia católica a los anglicanos que quieran volver. Por otra parte, la Conferencia Episcopal alemana ha anunciado que Benedicto XVI visitará Alemania el año próximo, probablemente en el mes de septiembre. El viaje del Papa a su país natal se centrará en los obispados de Berlín (donde los católicos son cerca del 10%) y Friburgo (de mayoría católica).

Los cardenales (en total existen 203, de los que 121 son electores, es decir, eligen al Pontífice) acudieron a la urbe eterna desde todos los rincones del mundo para participar en el consistorio que arranca mañana y durante el cual Benedicto XVI va a nombrar a 24 nuevos purpuradosRyan y Murphy, que desvelaron que durante décadas centenares de niños irlandeses sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes en ese país, sobre todo en la archidiócesis de Dublín desde 1975 a 2004. (entre ellos un español, un ecuatoriano y un brasileño). Este será el tercero celebrado por el Papa alemán, que ordenó cardenales también en 2006 y 2007. Sin embargo, es la primera vez que un número tan elevado de cardenales se encuentra con el Papa desde que se conocieran el pasado año los informes

En una entrevista con la Radio Vaticana, la emisora oficial de la Santa Sede, el portavoz Federico Lombradi ha explicado que la de hoy "va a ser una jornada de comunicación, información, reflexión y rezo sobre algunas cuestiones problemáticas, pero la falta de tiempo no permitirá una profundización particularmente detallada". El programa es muy denso y apretado. Los prelados están reunidos a puerta cerrada en el Aula Nueva del Sínodo, desde las nueve y media. Han rezado, escuchado el saludo del Pontífice y luego han pasado a analizar el primer asunto: una larga relación del secretario de Estado, Tarcisio Bertone, sobre la situación de la libertad religiosa en el mundo. Después, el cardenal español Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, disertará sobre la liturgia en la vida de la Iglesia de hoy. De fondo, está la controvertida recepción entre los curas de la misa en latín querida por Benedicto XVI.

Tras almorzar juntos, por la tarde, tres ponencias abordarán sendos temas delicados. El arzobispo Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, hablará del documento vaticano Dominus Iesus. Emanado hace diez años por la Congregación para la Doctrina de la Fe, clarificaba la posición de la Iglesia católica en materia de salvación y suscitó mucha polémica entre los protestantes. El purpurado William Joseph Levada, actual prefecto de la misma Congregación, tratará sobre la respuesta de la Iglesia a los casos de abusos sexuales y, después, del Anglicanorum coetibus, el documento con el cual el Papa -desencadenando numerosas críticas- abre las puertas de la Iglesia romana para aquellos grupos de anglicanos contrarios a las medidas demasiado liberales, como la ordenación de mujeres y homosexuales. Levada también abordará la decisión de la Iglesia católica de abrir sus puertas a los tradicionalistas anglicanos contrarios a las medidas demasiado aperturistas de la comunión anglicana, como la ordenación de mujeres y homosexuales como obispos. Lombardi ha precisado que "no se puede esperar un documento del Colegio Cardenalicio sobre esos temas", aunque ha agregado que al final de la jornada tal vez harán público un comunicado "sintético".

La libertad religiosa

El tema principal, al cual los purpurados están dedicando toda la mañana, es el de la libertad religiosa de los cristianos en el mundo. Según ha vuelto a reiterar Lombardi, la Santa Sede está muy preocupada por el peligro constante en el que viven sus fieles en algunos países de mayoría musulmana. "Es necesario ampliar la libertad religiosa", dijo el Papa como conclusión durante el sínodo del mes pasado. Esta semana, Benedicto XVI pidió la liberación de Asia Bibi, una mujer cristiana condenada a muerte en Pakistán por blasfema. Hace menos de un mes, los atentados contra los cristianos en Irak, que provocaron seis muertos y decenas de heridos, suscitaron la aprensión de la diplomacia vaticana y de los obispos locales.

Sin embargo, las preocupaciones llegan también de países no musulmanes. Por ejemplo, China. Bajo la cúpula de San Pedro, se ha tomado como una abierta provocación por parte de Pekín la noticia de que "unos funcionarios del Gobierno comunista -se lee en una nota de ayer- han obligado algunos obispos en comunión con el Pontífice a presenciar una ordenación episcopal ilícita", que va a tener lugar mañana en la provincia china de Hebei. "La Santa Sede considera esta iniciativa una grave violación de las libertades religiosas y de la libertad de conciencia. Además, tal ordenación es ilícita y va a ser dañina para las relaciones desarrolladas en los últimos tiempos entre la Santa Sede y la República Popular". Los obispos católicos forzados a una suerte de arrestos domiciliarios serían cinco.

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