Para la iglesia de España, el aborto es peor que la pedofilia
Lo dijo Antonio Cañizares, un alto prelado español. Dura respuesta socialista.
Por: Juan Carlos Algañaraz
Grave enfrentamiento entre la Iglesia y el gobierno socialista por unas declaraciones del cardenal Antonio Cañizares, una de las principales personalidades del Vaticano, afirmando que "no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios" (de Irlanda) con millones de vidas destruidas por el aborto". Se trata, dijo la ministra de Sanidad y dirigente del PSOE Trinidad Jiménez, de afirmaciones "absolutamente inadecuadas e inoportunas. Los abusos sexuales normalmente se cometen con menores, contra su voluntad, afectan de una manera terrible a su vida. Comparar una situación con otra es irresponsable y completamente inadecuado, sobre todo en una persona que ocupa una posición como la del cardenal".
Monseñor Antonio Cañizares es Cardenal Prefecto de la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, una de las posiciones más importantes en la jerarquía vaticana. El alto prelado es una personalidad muy próxima al Papa y ha sido Cardenal Primado de España hasta que fue convocado por Benedicto XVI a la Santa Sede. En sus declaraciones a la televisión española, monseñor Cañizares afirmó que los abusos a menores en colegios e instituciones públicas irlandesas que han causado un extraordinario escándalo en ese país y el mundo entero, "son conductas condenables" pero que "no son comparables" con la destrucción de 40 millones de vidas humanas (anuales, aclaró en otra entrevista) por el aborto.
En una entrevista en la radio Cope de la conferencia episcopal, Cañizares señaló que "quitarle la vida a uno es más grave que originarle unos traumas". Por su parte, para el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "el tema de Irlanda es sencillamente espantoso y la Iglesia haría muy bien en reflexionar sobre este asunto. El otro es un tema en que yo admito toda las opiniones; al final la cosa se reduce a una pregunta sencilla: ¿creen la Iglesia, los conservadores y la derecha que una mujer que tiene que abortar debe ir a la cárcel o no? ¡El debate es ése y mi respuesta es no!".
Otras afirmaciones muy polémicas, y también con gran impacto, se produjeron cuando en la página del Arzobispado de Madrid que publica todos los jueves el diario ABC apareció un artículo del jefe de redacción, Ricardo Benjumea, titulado "La violación, ¿fuera del Código penal?". El autor afirma que "cuando se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal". Añade que "reducido el sexo a simple entretenimiento, ¿qué sentido tiene mantener la violación en el Código Penal? ¿No debería equipararse a otras formas de agresión, como si, por ejemplo, obligáramos a alguien a divertirse durante unos minutos? ¿Por qué tanta disparidad en las condenas?". Este enfrentamiento se produce en medio de la campaña electoral para el parlamento europeo del próximo 7 de junio, que se ha convertido en una lucha de socialistas y populares en la que casi no se mencionan los temas europeos.
Por: Juan Carlos Algañaraz
Grave enfrentamiento entre la Iglesia y el gobierno socialista por unas declaraciones del cardenal Antonio Cañizares, una de las principales personalidades del Vaticano, afirmando que "no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios" (de Irlanda) con millones de vidas destruidas por el aborto". Se trata, dijo la ministra de Sanidad y dirigente del PSOE Trinidad Jiménez, de afirmaciones "absolutamente inadecuadas e inoportunas. Los abusos sexuales normalmente se cometen con menores, contra su voluntad, afectan de una manera terrible a su vida. Comparar una situación con otra es irresponsable y completamente inadecuado, sobre todo en una persona que ocupa una posición como la del cardenal".
Monseñor Antonio Cañizares es Cardenal Prefecto de la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, una de las posiciones más importantes en la jerarquía vaticana. El alto prelado es una personalidad muy próxima al Papa y ha sido Cardenal Primado de España hasta que fue convocado por Benedicto XVI a la Santa Sede. En sus declaraciones a la televisión española, monseñor Cañizares afirmó que los abusos a menores en colegios e instituciones públicas irlandesas que han causado un extraordinario escándalo en ese país y el mundo entero, "son conductas condenables" pero que "no son comparables" con la destrucción de 40 millones de vidas humanas (anuales, aclaró en otra entrevista) por el aborto.
En una entrevista en la radio Cope de la conferencia episcopal, Cañizares señaló que "quitarle la vida a uno es más grave que originarle unos traumas". Por su parte, para el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "el tema de Irlanda es sencillamente espantoso y la Iglesia haría muy bien en reflexionar sobre este asunto. El otro es un tema en que yo admito toda las opiniones; al final la cosa se reduce a una pregunta sencilla: ¿creen la Iglesia, los conservadores y la derecha que una mujer que tiene que abortar debe ir a la cárcel o no? ¡El debate es ése y mi respuesta es no!".
Otras afirmaciones muy polémicas, y también con gran impacto, se produjeron cuando en la página del Arzobispado de Madrid que publica todos los jueves el diario ABC apareció un artículo del jefe de redacción, Ricardo Benjumea, titulado "La violación, ¿fuera del Código penal?". El autor afirma que "cuando se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal". Añade que "reducido el sexo a simple entretenimiento, ¿qué sentido tiene mantener la violación en el Código Penal? ¿No debería equipararse a otras formas de agresión, como si, por ejemplo, obligáramos a alguien a divertirse durante unos minutos? ¿Por qué tanta disparidad en las condenas?". Este enfrentamiento se produce en medio de la campaña electoral para el parlamento europeo del próximo 7 de junio, que se ha convertido en una lucha de socialistas y populares en la que casi no se mencionan los temas europeos.
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